Ahora que estoy con vacaciones indefinidas (y bien merecidas) puedo decir que casi formo parte del decorado de la playa, porque anda que no me paso horas ni na'. Y tantas horas dan para mucho: coger color (primero gambero, ahora ya empiezo a tener color morenito), leer, nadar, sobar, escuchar música, soportar a los guiris escandalosos... pero lo más divertido es observar a la gente... Las familias con críos que llegan más cargadas que si se fueran una semana de vacaciones, el personal que va a lucir tipín, el que no sabe que existen gimnasios y dietas, los grupillos de guiris que a las 10 de la mañana ya le estan dando a la cervecita...
Y bueno, cuando llega la hora de comer, un espectáculo: el que se ha ido al Mc Donalds y trae Big Macs pa' toda la familia (yo pa' eso me llevo un bocata made-by-me, más sano), el grupillo que llega con un montón de cajas de la pizzería (que pienso yo, vaya ganas de traerse hasta el cortador de pizza). Pero lo mejor de lo mejorcito: los que han cargado neveras a tope y sacan los tupperwares con ensaladilla, lomo rebozao o tortilla, fruta, sus cervecitas... ¡Y yo ahí, cual lagartija, con mi botella de agua más caliente que pa' qué! Así que opto por pirarme a casilla a devorar lo que me ha preparado mi mami.
1 comentario:
La foto de la playa tiene una licencia Creative Commons que no has respetado...
Las licencias Creative Commons son muy poco restrictivas. En este caso tan solo se pide reconocimiento de la autoría...
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