16 de agosto de 2007

El perro del hortelano

Pues eso: ni come ni deja comer. Y yo quiero poder comer tranquila de una vez por todas. Así que tendré que tomar cartas en el asunto. Quizá lo mejor será pedir que te vayas, que no me hables, que desaparezcas, que hagas como hiciste hace unos meses. Porque saber de ti sólo me trae problemas, nervios, mal humor, tristeza. Si no me quieres, déjame tranquila, haz tu camino que yo el mío haré

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